1. Aprecia a los niños de altas capacidades como niños. Al igual que todos los niños, necesitan amor, amistad, normas de conducta razonables, técnicas para gestionar el tiempo, tiempo libre y actividades creativas. Necesitan de tu implicación en el desarrollo de su independencia. Valóralo por lo que es, en lugar de por lo que pueda llegar a ser.
2. Relaciónate con familias de niños de altas capacidades. Los niños de altas capacidades buscan compañeros de intereses y de capacidad intelectual similar. Además, tú podrás encontrar comprensión relacionándote con otros padres que viven y aman a sus hijos de altas capacidades.
3. Reconoce cómo difieren las necesidades educativas y personales de los niños de altas capacidades, de los demás niños. Los niños de altas capacidades necesitan compañeros de capacidad intelectual similar que entiendan ideas más abstractas y que comprendan sus chistes. Estos niños aprenden mejor cuando la formación se realiza a un ritmo y nivel que responda a su preparación para aprender.
4. Aprecia la diferencia entre el estudiante de alto rendimiento, el de altas capacidades y el estudiante de pensamiento creativo.
5. Entiende las crisis del desarrollo de los niños de altas capacidades. Linda Silverman advierte que los niños de altas capacidades experimentan un desarrollo irregular, bajo rendimiento relacionado con un desafío curricular mediocre, conflicto entre éxito y popularidad y dificultad para seleccionar una carrera debido a multipotencialidad.
6. Convence a tu hijo de que está bien ser diferente. Los niños de altas capacidades pueden sentirse desconectados de los niños de su edad que actúan de forma diferente. Ayúdale a apreciar las diferencias individuales en ellos y en los demás. Ofrécele un lugar dónde sentirse seguros siendo ellos mismos.
7. Sé un animador. Un padre es el único capaz de entender al niño como un todo, es el que lo ve en múltiples escenarios y durante largos periodos de tiempo. Como animador, confirma su valía y sus metas mientras alientas la pasión por el aprendizaje.
8. Enfatiza que lo que se aprende es más importante que cualquier nota. Interacciona con entusiasmo cuando tu hijo comparte contigo el trabajo del colegio. En vez de centrar la atención en las notas, apresúrate a decirle: ¿Qué aprendiste haciendo esto?, o Dibuja una estrella al lado de algo que hiciste bien o que te gustó hacer.
9. Escucha de forma activa y promueve que el niño exprese su percepción. esfuérzate por entender sus sentimientos y mensajes, en vez de responder de forma rápida a sus palabras. Asegúrate de que el niño sabe que le respetas y que estás realmente interesado en sus opiniones. No se darán luchas de poder si en lugar de un aluvión de respuestas, solicitamos su opinión. ¿Qué piensas que podemos hacer al respecto?, ¿Cómo te sientes...?, ¿Por qué crees que ha ocurrido?.
10. Sigue sus iniciativas e intereses en las situaciones de aprendizaje educativo, en vez de presionarle con tu agenda. Nuestras metas, no tienen que ser sus metas. Consúltale los temas que le afecten, siempre que creas que entienden las consecuencias.
11. Habla con ellos de forma clara. El vocabulario avanzado lleva a una mejor comprensión y mejores logros.
12. Disfrutad juntos de la música, el juego, los museos, el arte, los deportes, los sitios históricos... y hablar sobre la experiencia. El compartir experiencias culturales en familia, da mucho que hablar a lo largo de los años.
13. Sirve de ejemplo en los hábitos de aprendizaje a lo largo de su vida. Conversa sobre acontecimientos actuales, voluntaria con ellos para ayudar a otras personas. Nuestras acciones sirven de mucho más ejemplo que nuestras palabras.
14. Facilita experiencias de la vida real en lecturas, escritura, matemáticas y ciencias. Ir a la Biblioteca juntos, disfruta sacando libros. Ayúdale a elegir materiales y libros buenos para las áreas en las que expresan interés. Empieza desde temprano a hacer comprar juntos llevando una lista y un presupuesto, mandar invitaciones y tarjetas de agradecimiento, planear el área y las plantas que poner en el jardín. Un estudiante de sexto grado empezó a desarrollar gran interés por las habilidades de geometría, tras haber ayudado a su padre a planificar los espacios del patio y de la terraza.
15. Regala libros y juegos educativos, y luego dedica tiempo a jugar y a leer con ellos. Las investigaciones constatan que leer y jugar a juegos de cartas y de mesa, aumenta el vocabulario, las habilidades matemáticas, la comprensión y las habilidades de pensamiento crítico.
16. Reconoce que los niños de altas capacidades necesitan preguntar y responder críticamente. Muchas veces son impacientes con los convencionalismos. Necesitamos hablar con ellos, sobre la importancia de los mismos sin arruinar su espíritu y creatividad.
17. ¡Mantén el sentido del humor!. Como padres, podemos elegir cada día entre reír o llorar.
En el colegio...
18. Apoya los esfuerzos del colegio en la diferenciación y los servicios que se aporten para los niños de altas capacidades. Considera el asistir al colegio en dichos programas.
19. Aporta, de la forma más apropiada, información y feedback sobre nuestra perspectiva del comportamiento de tu hijo, su proceso de aprendizaje y sus intereses. No importa cual sea nuestra profesión, siempre he creído que nuestros hijos son nuestro mejor trabajo.
20. Sé un defensor más que un asesor.
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